27 marzo 2007

Querés quedarte a dormir?


Habíamos terminado de cenar.
Nos sentamos sobre la alfombra y saboreamos un exquisito vino de la bodega.
Las brasas seguían encendidas y el crepitar de las llamas era música de fondo.
En medio de un silencio oportuno te pregunté si querías quedarte a dormir.
Con una sonrisa respondiste que no y te fuiste.

Una semana después te volví a invitar a cenar.
Nuevamente nos acomodamos sobre el piso alfombrado y descorchamos otro buen vino de los que guardo para ocasiones especiales.
El fuego en el hogar vestía de un clima especial a la noche.
Entre risas y algunos besos te pregunté si aceptabas quedarte a dormir.
Me besaste y dijiste que no, al mismo tiempo que te volvías a marchar.

La otra noche volvimos a cenar juntos.
Abrí otra botella de vino de la bodega y lo compartimos bebiendo de la misma copa.
Nos encontrábamos rodeados por la poca luz de algunas velas encendidas.
Allá afuera la ciudad se encontraba durmiendo.
Te pregunté si aceptabas quedarte para hacer lo contrario a la ciudad.
Bajaste la mirada con rubor, tomaste mi mano y nos dirigimos a la habitación.
Comprendí que vos tampoco querías quedarte a dormir.

A la mañana siguiente las velas ya se habían extinguido y yo seguía acariciando tu cuerpo desnudo al lado del mío.

24 marzo 2007

NUNCA MÁS - (24 de marzo de 1976)

Desapariciones
(Los Fabulosos Cadillacs)

Que alguien me diga si ha visto a mi esposo

preguntaba la doña
se llama Ernesto y tiene cuarenta años
trabajaba de peón en un negocio de autos
llevaba camisa oscura y pantalón claro
salió de noche y no ha regresado
y no sé ya que pensar
pues esto antes no me había pasado.

Llevo tres días buscando a mi hermana
se llama Altagracia igual que la abuela
salió del trabajo para la escuela
tenía puestos jeans y una camisa blanca
no ha sido el novio, el tipo está en su casa
no saben de ella en la policía ni en el hospital.

Que alguien me diga si ha visto a mi hijo
es estudiante de medicina
se llama Agustín y es un buen muchacho
es a veces terco cuando opina
lo han detenido, no sé que fuerza
pantalón blanco camisa a rayas
pasó ante ayer.

Clara Quiñones se llama mi madre
ella es un alma de Dios y no se mete con nadie
se la han llevado de testigo
por un asunto que es nada mas conmigo
y yo fuí a entregarme hoy por la tarde
y ahora vi que no saben quién se la llevó del cuartel.

Anoche escuché varias explosiones
tiros de escopeta y de revólver
autos acelerados, frenos, gritos
ecos de botas en la calle
toques de puerta, quejas por dioses, platos rotos
estaban dando la telenovela
por eso nadie miró pa´fuera
(avestruz)

Adónde van los desaparecidos
busca en el agua y en los matorrales
y por qué es que desaparecen
porque no todos somos iguales
y cuándo vuelve el desaparecido
cada vez que lo trae el pensamiento
cómo se llama al desaparecido
una emoción apretando por dentro.

21 marzo 2007

Confesiones de otoño


La verdad es que te mentí
Hay palabras que no sé decir
Hay otras que sólo las intento escribir
Otras que simplemente las puedo sentir

Pero tengo muy en claro
Que a pesar de los momentos no muy claros
Tus ojos
Que alguna vez alumbraron parte de mi camino
Cuando se van
Me dejan sin parte de su destino
Aunque vuelvan y vuelvas a partir
Vas a estar a mi costado hasta el morir
(o por lo menos hasta que deje de vivir)

Paloma prohibida
Por culpas ajenas y compartidas
Sabemos jugar con fuego
Como el tango más cruel de nuestros juegos

Te vas jurando que te vas
Llevándote tu miedo a las tormentas
Y mi miedo a no verte nunca más
(intuición femenina de que no existe un adiós total)

Nunca nada es igual
Me enseñaste tantos vicios
Te enseñé tantos pecados
Nos dijimos tantas cosas al oído
Nos reímos tanto del pasado
Ahora pago una pena con gloria
Amar a quien debemos extrañar
Extrañar a quien pudimos amar

Siempre pasa lo mismo
Me entero del comienzo y no del final
Pero en ninguna ciudad del mundo
Existe la facultad
Donde pueda aprender a olvidar
Por lo menos durante tres días

Ya no quiero un ida y vuelta
Prefiero solamente las vueltas
Aunque algunas cosas cambiaron
Y nadie te llegó a avisar
Las teclas oscuras que ponen música a las letras del mismo color
Arrancan los sonidos del alma
Aquella que vuela sin paracaídas
La misma que vos misma conocés

Ahora a comenzar todo de nuevo
(como buen extremista)
Tan sólo buscaba una isla
Donde disfrutar de un buen tequila
Donde padecer un pasado de nueva y vieja despedida
A escribir letras que ya escribí hace un tiempo
Cuando el dolor fue la mejor inspiración
Que dejaste en mi corazón
En la otra despedida

Otro puñal en forma de aguijón
Llegan días distintos a estos días distintos
Fríos en las esquinas perdidas
Noches de calor en la ciudad
La última carcajada que suena en el último cajón

Ya me acostumbré a mis viejos problemas
Envueltos en mi bandera
Que cargo con tanta pasión
Junto a los vicios
Junto al tiempo
Junto al amor

La imagen que no puedo olvidar
Es la que vos elegiste guardar
Palabras que no dicen tanto como las miradas
No te cuesta nada
Encontrarme
Pero no quiero sufrir
Lo que otros quisieran vivir

Me llevo el beso tatuado en el cuerpo
Me llevo tu cuerpo tatuado en los labios
Al igual que la imagen
Que siempre llevaré al costado
Por siempre


16 marzo 2007

Esperanza


La esperanza es lo último que se pierde
Y ella había nacido con ella
Sin embargo la seguía esperando
Esperanza no tenía más fuerzas
Sus ojos eran dos arroyos secos
Y en su séptimo cigarrillo de nuevo se esfumó

Esperanza ya no confiaba
Y la palabra “amor” no le decía nada
Esperanza no tenía esperanza
Sin embargo la esperaba con ansia
Siempre caminando tan deprisa
Sin tiempo para una sonrisa

Esperanza encerrada en tu habitación
La esperanza que guardás en el corazón
Llenás a todos de reproches
Pero sos vos la que llora por las noches

















Quién sabe cómo comenzó esta historia
Esperanza tuvo un amor
Un amor que no quiere recordar
Pero se escapan sus esperanzas de poderlo olvidar
Lleva su herida en el medio del alma
Cómo hace para vivir sin amor
Cómo hace Esperanza para vivir sin esperanza

Un cuerpo sin alma
Una vida sin esperanza
Que alguien, por favor, le devuelva la vida a su vida
Porque sino Esperanza
Se va a quedar hasta sin su nombre
Y ya no habrá esperanza (Esperanza) que valga

10 marzo 2007

Desconfío

10 de marzo de 1950
Norberto “Pappo” Napolitano

No sé por qué esta canción siempre me gustó. Una letra sencilla convertida en clásico de nuestras tierras.
Y más allá de que hoy Pappo debe andar festejando su cumpleaños desde algún lugar privilegiado del cielo, simplemente quería compartir esta canción que siempre canté bajo la lluvia del baño, caminando por alguna calle llena de adoquines, acompañado por la soledad, o en algún momento en el que era conveniente tener esta música de fondo.



Desconfío

No sé por qué
imaginé
que estábamos unidos
y me sentí mejor
pero aquí estoy
tan solo en la vida
que mejor me voy


Un viejo blues
me hizo recordar
momentos de mi vida
y mi primer amor
pero aquí estoy
tan solo en la vida
que mejor me voy



La desconfianza de sentirse (o creerse) acompañado cuando en realidad hasta la sombra se ha mudado de nuestro lado.
Es entonces que se recuerda al primer o al mejor amor que ahora vive en el pasado, lo que hace que el presente sea una sucesión de imágenes que llegan, invaden, ahogan, refrescan y, sobre todo, recuerdan que algunos pasados valen la pena tenerlos presente, tanto en la mente como en el corazón.

Y todo gracias al sonido de un viejo blues que comienza a sonar con cierta desconfianza… no sé por qué.


05 marzo 2007

Con vista al jardín

Mientras yo me afeitaba, él se lavaba su cara llena de sueño.
Después llegó mi querido mate y su amada chocolatada.
La mañana pasó entre mi trabajo y sus juegos.
Al mediodía, más allá de la riquísima comida preparada por su mami, yo tenía el estómago cerrado por los nervios.
Fede dejó el plato vacío y después la completó con uno de sus Serenitos de vainilla
(¿por qué no vendrán mucho más grande?)
Finalmente nos arreglamos y vestimos para la ocasión.

Las cinco cuadras de distancia la hicimos los tres caminando tomados de la mano.
Fede iba en el medio y feliz sin saber todavía muy bien por qué.
Nosotros íbamos felices e intentando que las lágrimas emocionadas no nos hagan perder ningún detalle.
Llegamos al lugar y las manos apretaron con un poco más de fuerza.
—Hola Fede... ¡Bienvenido! —dijo la señorita con esa voz y sonrisa característica.

Y nosotros lo vimos correr y ponerse a jugar con los otros nenes que ya habían llegado e inspeccionaban el lugar con sus paredes llenas de dibujos.
Y las canciones que comenzaban a sonar por los aires.
Y el corazón que comenzaba a latir con una nueva intensidad.
Y el recuerdo de sus 2,490 kgrs. al nacer.
Y los chupetes y pañales olvidados allá en el tiempo.
Y las charlas filosóficas desde su pequeña altura.
Y sus preguntas certeras con respuestas dudosas.
Y los juegos que compartimos aunque las energías no sean las mismas.
Y las ganas y la felicidad que nos da verlo tan bien, sentirlo tan feliz.
Y la alegría...
Y el orgullo...
Y la ansiedad...
Y la emoción... de verlo a Fede, a Fedito, en su primer día en el jardín de infantes.