26 agosto 2008

Ser o no ser... blogger


El título de este post se debe, simplemente, a que por los tiempos que imperan entre la familia, el trabajo y otros relojes propios, se me dificulta la escritura pública y, mucho más, las visitas que solía hacer por los barrios amigos, es decir, por los otros blogs.

Entiendo que a partir de mi presente ausencia, muchos hayan abandonado también sus visitas por estas tierras, por más que sepan que siempre dejo la puerta de este lugar sin llave alguna. Y esto no se debe a una venganza, a un enojo, o algún efecto negativo, sino que en el mundo blog existen ciertas reglas no escritas que uno debe cumplir.
Y una de ellas es la visita y el comentario escrito obligado.

Obviamente que cuando yo realizaba cada una de las visitas no lo hacía por obligación alguna, y mucho menos dejaba comentarios para felicidad del dueño de casa, sino que hacía el recorrido de mis lugares elegidos y dejaba expresado por escrito mis sentimientos luego del disfrute (mental o pasional) de cada uno de los post de diversos autores.

Por favor, esto no es ningún reproche a nadie (de hecho a veces recibo mails de blogueros que me preguntan por mi existencia y demás), simplemente quería decirles-explicarles-contarles la causa de mis agudas ausencias y que seguiré escribiendo por más pausado e íntimo que esto se vuelva, ya que para mí, la escritura y la lectura es un placer exquisito.

Es por eso que espero que algunos tiempos se acomoden para seguir disfrutando más seguido de la escritura propia, pero sobre todo de la de ustedes, que me permiten el viaje por paisajes tan personales e interiores.

Entonces será hasta la próxima…
Hasta luego!

01 agosto 2008

desde el mar



salgo del mar
de mi casa en el mar
en el fondo del mar
con las valijas mojadas en mis manos
dejando las huellas más profundas de mi existencia
después del adiós que me gritaste en la cara

las olas enormes (allá arriba)
iban y venían
como las dudas que ahora se avecinan
y me arrojan a la arena
de una costa argentina

los turistas sin sombrillas
me miran sorprendidos y se preguntan
cómo hice para perderte a vos y a mi antiguo mundo
mis pasiones sin razones tienen la respuesta
deseaba un último deseo
y me alejé sin darme cuenta
al paso de una fugaz estrella de mar

ahora no es extraño que te extrañe
ni que me caigan lágrimas de sal
recordando la noche de tormenta
en que nos dimos aquel último beso salado
que hoy quedó tan atrás en el tiempo
y tan presente en mi agudo pensamiento

no te miento
si te digo que hoy me arrepiento
de los tiempos que me dejé atrapar por otras redes
tan resistentes a mi débil mente
y se ahonda mi pena
(maldita pena)
al saber que
finalmente
te perdí para siempre
mi amor
mi querida y adorada sirena