Te deseo...
que puedas abrir la puerta (y ventanas) para ir a jugar
que los lunes no parezcan días lunes
que las miradas siempre tengan algo más para decir
que la mariposa y el dragón vuelen alto, muy alto
que las casas se transformen en hogares
que no sólo al volver de Roma se encuentre al amor
que la imagen en el espejo no sea tan sincera
que las llaves no se escondan cuando estamos apurados por salir
que la yerba mala se muera apenas brote
que el champagne las ponga siempre mimosas
que los sueños nos invadan también cuando nos encontramos despiertos
que nos volvamos a (re)encontrar
que el último no sea siempre el que apague la luz
que los buenos momentos duren mucho más que esos momentos
que las cadenas se rompan y las reglas se quiebren
que los pasajes sean de ida y de vuelta
que los ángeles vuelen bajito
que el viento no despeine ni se lleve las palabras
que la ruta del salmón se presente siempre como una buena alternativa
que la salud no arruine al cigarrillo
que los errores no sean horrores
que los platos voladores vengan desde otros planetas y no desde la propia cocina
que la felicidad no resulte tan extraña
que a los animales salvajes no les entreguen licencias para conducir ni libertades bajo fianzas
que por las noches descubramos en el cielo el paso de estrellas de mar
que los buenos recuerdos no se olviden
que de vez en mes la vida no se complique
que los carnavales duren toda la vida
que la luna siga manteniendo su lado oculto
que los golpes sean solamente de suerte
que sepamos de qué hablamos cuando hablamos de amor
que falten siglos para tener que usar el traje de madera
que siempre llegue la calma después de la tormenta
que exista el amor después del amor después del amor después del amor después del amor
que aunque estén desafinados lo latidos se sigan escuchando
que siempre se encuentren maneras de acortar las distancias
que los amigos sean el tesoro más preciado
que la paz no se encuentre solamente en Bolivia
que las almas sepan curar sus heridas
que las sonrisas no se diluyan
que las pasiones y las razones sigan dando sus razones con pasiones
que las lágrimas sean siempre de emoción
que me encuentres cada vez que me necesites
que siempre exista una buena historia que contar
que cada día sea un nuevo día
que las despedidas sean con un hasta luego
que se cumplan todos tus deseos