30 enero 2007

Porque siempre hay un regreso...

...y el pájaro de hierro cumplió con su promesa de dejarnos en tierra firme y a salvo, a pesar de la altura y las nubes bajas.

Finalmente llegó el final de un mes de vacaciones en el que el descanso fue el rey absoluto y la carga de energía necesaria para un 07 (el año, no el agente) que no se sabe con qué se vendrá bajo las hojas de su almanaque.
Si me permiten, y haciendo uso del eco de la repetición, aseguro que pasé una pausa maravillosa en familia, amistad y soledad, que son los tres estados de compañía que me acompañaron sin hacer sombra.


Y aunque resulte extraño, ya estaba extrañando todo lo que amo y detesto de este Buenos Aires de diversos aires que respiro para sentirme vivo.

Será por eso, esto y aquello, que al llegar a la ciudad que me vio de ida y vuelta para ser recibido por ese calor abrasador que me abrazó, me sentí igualmente feliz de regresar a mi casa
a alguna casa
para encontrar a esa princesa vampira
que respira
que respira y me mira
(Gracias AC)

Y a los que abandoné por alguna causa perdida que ya encontré…
Y a los que no se les cumplió mi deseo del no regreso…
Y a los que me esperaban para saldar alguna deuda…
Y a los que se alegraron del ida y vuelta…
Y a los que siguen estando…
Y a los pacientes que enfermeron de impaciencia…
Y a los que se mantuvieron distantes y sin fronteras…
Y a los que ya comienzan una vez más…
Y a los locos que continúan sueltos…
Y a los que volaron corchos para seguir festejando…
Y a los futuros críticos sin remedios…
Y a todos ustedes a los que estoy mirando a través de las letras desordenadas…

…les comunico que más allá de la palidez, los reflejos se encuentran nuevamente frente a ustedes.


Para bien o para mal, ya veremos de qué se trata todo esta vez.

18 enero 2007

Volver (y sin marchitar)

“Mi vida es una caja de sorpresas dentro de una caja de sorpresas”
Esta frase la escribí hace un siglo atrás y aunque el texto y el contexto y el paisaje y las noches y las almohadas y mis sombras y mis soledades y compañías (y tantas otras cosas más) eran muy diferentes a este presente, no deja de tener cierta musicalización con gusto a clásico que sobrevive por obra y magia de la vida.
Final del 06 y comienzo del 07 pensaba estar en mi Bolívar querido como siempre ocurre en esa parte de los almanaques, pero desde que se encuentra tan presente ciertas ausencias, decidí cambiar el rumbo y no fue para nada errado.
Acabo de regresar de unas vacaciones soñadas (y estando tan despierto), llenas de arena y amor, y que las convierte en esos recuerdos que no se olvidan.

Y aunque siempre me cuesta regresar a la Ciudad de la Furia, estoy contento con el aliento intacto, el corazón afinado y el alma preparada para una nueva estadía en mi interior.
Confesión a la vista de todos, parte de esa sonrisa es el regreso a mis actividades escritas y sus nuevos rumbos sin direcciones programadas, sumado al estar acá y encontrarlos a todos ustedes (y a algunos más) como parte de uno de los juegos que más me gusta jugar y que tanto disfruto por los frutos que brinda de la A a la Z.

Pero como siempre hay un pero, también hay un contrato firmado con letras familiares y muy pequeñas que me obligan a zarpar mañana por la mañana hacia tierras sureñas, haciendo que en una semana pegue la vuelta volando (literalmente) para ya instalarme con el ventilador a mano y respirar por largo tiempo los extraños aires de Buenos Aires.


Por todo esto es que ya estoy de regreso...
aunque todavía me falte muy poco para volver a volver.