13 septiembre 2006

Nuevo amanecer (según los relojes de arena)

La sorpresa aparece y se divide y se multiplica y se expande hasta zonas desconocidas. Me duermo un rato, sueño algo raro, me despierto con un sol madrugador y ahí andan ustedes formando parte y adueñándose de las zonas, de los lugares y no-lugares que cada uno ha sabido tomar prestado y que yo con gusto decidí regalar. A través de esta extraña ventana en forma de monitor me encuentro que hay una petit repercusión causada que se refleja en los comentarios escritos en este mismo lugar (y donde creo que corresponde hacer) pero también con algunos otros que me llegaron esparcidos por medios como el correo electrónico, el maldito teléfono, en vivo y en directo, y otros más inventados para la ocasión.

Y ahí, en los espacios más visibles, aparece Maxip y su calidez familiar que lo vuelve tan cercano como lo es, el capitán de San Nicolás con sus recuerdos cargados de una nostalgia mortal por culpa de los tiempos esclavos y la buena memoria, un tal Manti que se confundió de puerta y entró sin necesidad de golpear, Manu con toda esa energía desbordante que contagia de manera maravillosa y peligrosa al mismo tiempo (ja), un vueltero universal desconocido que asegura no hacer falta conocer (me quedo más tranquilo), mi conocido Marcelo regalando(me) parte de su arte, de su aire, de su propio ser (saludos al amigo Bukowsky), Memo y nuestra feliz coincidencia en una de estas extrañas esquinas cibernéticas, y algunos otros más que ya ganaron la entrada libre y la salida cargada.

Hoy una persona (de identidad reservada no sé para quién) me preguntó de qué se trata toda esta escritura tan para nadie como para todos. Y después de pensar qué buena pregunta, Mario, llegué a la conclusión de que se trata de una invitación a mi Taller de Chispas, a mi casa, a mi vida. Se trata de una invitación a compartir experiencias e inexperiencias. Una invitación a la fogata de nuestras observaciones, opiniones, y demás llamas que generen las neuronas activas. Una invitación a pasear por un mundo tan distinto y parecido como el de cada uno de ustedes y el mío. Una invitación sin necesidad de invitación formal.

Además... ¿Cómo saber qué va a surgir la próxima vez que nos encontremos, desencontremos, enojemos, amiguemos, aclaremos, pintemos, tomemos, bailemos, escapemos, y demás “emos”?
Si yo supiera con fina certeza qué me va a ocurrir mañana, seguramente mi vida sería demasiada aburrida, como les pasa a todos los que se van a dormir y se abrigan con sus rutinas y seguridades adquiridas a muy bajo precio.

Lamentablemente conozco a varios humanoides que hacen llamados a horarios conocidos y repetidos, cada tres días almuerzan la misma comida, no se despegan del dial de la radio o del canal de televisión que ya conocen, hacen siempre el mismo camino por temor a los lobos de la ciudad, y tienen preparadas respuestas automáticas para las preguntas eternas que se autoformulan.
A todos ellos no les aconsejo para nada que visiten este lugar, quizás les agarre vértigo y no sepan después que pastillita usar.
Pero a todos los demás que tienen un tesoro interior y latidos diferentes para el mismo corazón, los espero con las herramientas necesarias para romper reglas y quebrar cabezas.

Un abrazo de pulpo y será hasta el próximo reflejo...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Por empezar, podrías explicar a dónde es que podemos dejar nuestros interesantísimos comentarios.

Gasper dijo...

Don anónimo:
Los interesantísimos comentarios los puede dejar en el mismo lugar donde dejó su interesantísima pregunta.
Todavía me estoy amoldando a este nuevo formato que acabo de descubrir y de a poco veré de ir agregando o desechando todo lo que sirva para enriquecer el lugar y sus alrededores (que somos todos nosotros).
Gracias por la entrada y disfrute del "happy hour".

Gasper

Anónimo dijo...

W
Hola amigo Gasper, muy interesante su nueva estrategia para dar a conocer sus pensamientos. Hay gente que se niega a la tecnología, pero a todos les llega, pero es un sistema de comunicación como tantos otros, como las señales de humo, las palomas mensajeras, el telégrafo y así hasta llegar hoy en día a este sistema globalizado. Pero lo bueno es estar abierto a estas nuevas herramientas y no desecharla hasta probarlas.
Un saludo su amigo Wolf.

Penélope dijo...

pero qué lindo!! uno más del montón para que los demás disfrutemos. Me gusta lo de los mates ehhh, espero mi turno en la ronda.
Pienso así, como wolf, este es un medio tan global y gigante y es perfecto poder, de todo este tremendo espacio, adueñarnos de un cachito, como privatizar. Y es lindo encontrar a los que le ponen onda al rinconcito.
Besos

Anónimo dijo...

pequeña corrección: es Bukowski jeje
fuera de eso, continue asi...

Juan Ignacio dijo...

Muy buen blog, man. La estetica es excelente! Tambien lo que escribis, muy bueno. Si queres perder un poco el tiempo, te invito al mio, donde intento hacer lo que haces vos.

Saludos....

Ignacio

Anónimo dijo...

Que placer me da que tus escritos se den a conocer.
Cada día me gustan más.

Tu primera admiradora de aquel borador para la fiesta del secundario.

Anónimo dijo...

soy un espejismo, no existo, no siento nada, mi madre también lo era, ella era una nube y mi padre una escarcha. (¿Que tiene que ver esto?) Nosé. Soy un espejismo.(y vos?).(otra broma)

Anónimo dijo...

hola, hola!!!!!!!...yo soy aquellll!!!!!!!.....jaja
bueno, entre a chusmear y aqui me quede!!!....
lindo como siempre!!!
besos a todos y adelante con este proyecto!!!!!
Gaby (la diablita de Lanus)

Anónimo dijo...

Veo que llegó mi interesante pregunta... así que era por acá! Espero que se me ocurra algo que no tengas que "desechar". Un saludo.

Gasper dijo...

Sólo por esta vez les responderé a todos desde un solo lugar.
Vuelvo a decir que como recién llegado a este mundo, estoy amoldándome y aprendiendo de los nuevos “amigos” que van apareciendo por el barrio.

Amigo Wolf, gracias por sus palabras. Todavía resuenan los ecos de “hay que darle un empujoncito y arranca”, y yo hoy me siento más que acompañado.

Penélope, muy lindo todo y más que nada el encuentro. Prometo cebarte algunos mates entre tanto estudio y tantas palabras.

Marcelo, ya lo “hablamos” por otros medios, pero ahora te muestro la tarea realizada…
Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski, Se escribe Bukowski.

JIVA, ya visité tu barrio, no siento haber pedido el tiempo y ya te dije lo que pienso sobre el tema en tu espacio compartido. Nos mantenemos en contacto.

Vale, qué te puedo decir... Vos sabés que muchas palabras ya forman parte de nuestra historia. Y aquel borrador… (¡Qué memoria!)

Manu, más allá de las bromas, vos no sos un espejismo sino una grata realidad. Y yo… sigo intentando averiguarlo.

Gaby, gracias por tu alta sonrisa y los precios bajos. Ya veremos qué hacemos con la publicidad de “Almacén Don Gino”. ¿Me reservás un par de Serenitos?

Don Anónimo, todo llega en este vida, no se preocupe. Y sobre los desechos… en bolsitas bien cerradas.

A todos ustedes (y a los otros) gracias por sus huellas, y ya comenzaré a contestarles de a uno.

P.D.: (A los de otros barrios que me gustaron, en cuanto aprenda a cómo hacerlo, los incluiré en mis pálidos reflejos, no desespereis)

Anónimo dijo...

Sobre esta historia, leíste Fahrenheit 451 de Ray Bradbury de casualidad?

Quisiera que lo leas. Te va agradar saber que no sos el único que escribe sobre esos humanoides que no se despegan del dial de la radio.

Luis

Gasper dijo...

Luis Muñoz, prometo tener en cuenta tu recomendación lectora.

Es sólo una cuestión de ausencia de tiempo, pero intentaré ajustar un par de relojes.

Gracias!!!